31. Un-tazo-dorado,
Esta si es una historia real. de mi niñez.
El carrito del súper
Érase una vez, un niño llamado Benja que tenía 9 años. Vivía en un callejón pequeño y tranquilo con su familia. Un día, su hermano Pedro le regaló un pedazo de carrito de supermercado. El carrito estaba un poco viejo y roto, pero Benja y su amigo Cristian lo encontraron genial.
Empezaron a jugar con el carrito todos los días. Se lo pasaban bien paseando por el callejón, haciendo carreras y saltando obstáculos.
Un día, la sobrina de Benja, Alexa, de 7 años, vino a visitarlo. Alexa era una niña muy alegre y extrovertida. Le encantaba jugar con su tío y su amigo.
Benja y Cristian decidieron llevar a Alexa en el carrito. Alexa se subió en la parte de atrás y Benja empezó a empujar.
Al principio, todo iba bien. Benja empujaba el carrito con fuerza y Alexa reía a carcajadas. Pero, de repente, Cristian se cayó en el arroyo que atravesaba el callejón.
Benja y Alexa también se cayeron. Benja se levantó rápidamente, pero Alexa se quedó tumbada en el suelo, llorando.
Benja y Cristian ayudaron a Alexa a levantarse. Alexa se quejaba de dolor en el brazo.
Benja y Cristian llevaron a Alexa a casa de Benja. Los padres de Alexa llevaron a su hija al hospital.
Al día siguiente, los padres de Alexa llamaron a Benja y Cristian para contarles que Alexa se había roto el brazo.
Benja y Cristian se sintieron muy mal. No querían que Alexa se hubiera hecho daño.
Alexa pasó una semana enyesada. Cuando se le quitó el yeso, le contó a Benja y Cristian que no les guardaba rencor.
Benja y Cristian se alegraron de que Alexa estuviera bien. Desde entonces, siempre han sido muy cuidadosos cuando juegan con el carrito del súper.
El final
Años más tarde, Alexa ya es una mujer adulta. Todavía recuerda el día que se rompió el brazo en el carrito del súper. A veces, le cuenta la historia a sus amigos como una anécdota graciosa.
Benja y Cristian también se ríen de la historia. Son conscientes de que fueron unos niños imprudentes, pero también están contentos de que Alexa se haya recuperado.
El carrito del súper sigue siendo un juguete muy especial para Benja y Cristian. Es un recuerdo de su infancia y de una pequeña travesura que les enseñó a ser más cuidadosos.
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