haber haber, comencemos por el comienzo que esto tiene tela, y mucha.
No se trata de nacer sin empatía como un frío psicópata solo por reírte de un chiste, en absoluto. NO se trata tampoco de que lo que viviste te valga tres tiras de mondá, ni de que no te haya marcado en absoluto.
Se trata querida, de que haber cómo te explico. Hay una cosa, una cosa que es lo que todos vivimos día a día, que se llama... haber que se me olvidó, pérame lo consulto... aa sí, ya me acordé. Se llama realidad.
Entonces es tan sencillo, como que debes entender que lo que viviste es parte de una realidad, de tú realidad de hecho y por ende, no puede ser cambiado, no puede ser olvidado y solo debes vivir con ello, porque poco más se puede hacer. Ahora, aquí es donde viene lo del humor, porque a pesar de tu realidad, que está conformada por toda esa mierda que viviste y que puede que haya noches en las que claro, no te deje dormir el recordarla, debes entender que no debe adaptarse la gente a ti. Tpu eres quien debe adaptarse a la sociedad, tú eres quien debe aprender a darte cuenta que a pesar de que haya chistes hechos hacia un determinado evento que te tocó vivir, esos chistes no son ataques directos a tu persona, a ti como ser humano. Vamos, lo que yo denomino (porque a lo que no le conozco un nombre a mí mismo me gusta ponérselo, así soy yo) darwinismo social. Ese nombre porque así como la naturaleza aveces es jodida y el más apto debe sobrevivir, eso mismo pasa aquí. No pidas compasión, porque no la vas a tener en absoluto.
Y vuelvo a repetirlo. Si no sabes nadar y vez un cartel que dice claramente con letras en mayúscula, fosforescentes, bien grandes... aguas profundas, ahí si ingresas a esas aguas ya es problema tuyo y de nadie más. De ehcho jurídicamente eso tiene un nombre, pero no recuerdo si sería inpericia.
Osea que tu queja no sería procedente aurorita, porque los chistes están claramente etiquetados. Si ttú eres diabética y sufres del corazón, y en el supermercado vez un energizante, te lo tomas y como diría un español, te peta el corazón, ahí la culpa es tuya, por imbécil. Porque esque haber, la bebida está claramente etiquetada, o por el contrario es del supermercado, porque la nena es diabética y sufre problemas del corazón. Ella viene a comprar, cómo se les ocurre ponerle un energizante a la vista!
Reflecciona querida, reflecciona. Poco más puedo decir, que esto ya se ha dicho hasta el hartazgo.