A ver:
Afinaciones, no sólo en la frecuencia principal, ha habido muchas a lo largo de la historia.
Y no, no es porque yo sea afinador, no.
Sin embargo, en el DAW que utilizo para grabar, Logic, en los ajustes del proyecto, uno de ellos es la afinación.
Se puede cambiar, como es el caso, la afinación nominal, que afecta a todo, o elegir una de las múltiples afinaciones históricas, que, aparte de afectar al La central, afecta a la diferencia entre cada nota de la escala.
El listado de afinaciones historicas más ciertas afinaciones de escalas propias de otros países es interminable.
Lo suyo sería elegir una afinación para cada momento histórico, si queremos ser fieles a la música.
Sobre la teoría de las afinaciones beneficiosas o perjudiciales:
A ver, pensemos con un poco de lógica:
Las cosas suenan como suenan debido a su tamaño, grosor y forma.
Así es.
Aquí tengo un diapasón, de los de toda la vida, de los de darle un buen porrazo contra la mesa y colocarlo sobre la superficie para que esta le sirva de caja de resonancia y lo escuchemos.
Si fuera más pequeño de lo que es, sonaría más agudo.
Si fuera más grande, sonaría más grave.
La vibración del universo...
No sabía que ya habíamos explorado el universo a esos niveles para escuchar, sí, escuchar, cómo vibra.
Porque 432, nos pongamos como nos pongamos, es una frecuencia audible.
Si es a nivel electromagnético, tendríamos una insoportable interferencia de 432, un pitido bien molesto.
No habría receptor de radio que escapara.
Si es selectiva, o sea, que no ocupa mucho ancho de banda, si sintonizáramos un receptor en 432 Hz, tendríamos una especie de emisora que nos ofrece... un maravilloso pitido relajante de 432 hz.
Imaginemos un cristal de cuarzo, grande como la Tierra: ?De verdad estaría vibrando a 432?
Pues bien, imaginemos la Tierra, hecha de muchas capas distintas.
¿De verdad algo tan grande vibra a 432, aunque sea a nivel electromagnético?
¿Y el Universo?
¿También vibra a 432?
¿Y mi alma?
¿Vibra también a 432?
No sé, igual el alma no está donde estoy yo, sabe Dios dónde estará el alma, pero lo único que he llegado a hacer, algo que puede hacer cualquiera, es fundir, con mi propia mano, un componente que soporta menos voltaje que el que emitimos.
Por lo demás, nunca he interferido ningún receptor de radio con el pitido de mi alma, de 432 hertzios...
¿Y si a estas alturas descubro que no tengo alma?
Por otro lado, ¿con qué aparatos hipermegacaros han hecho esas mediciones?
No lo tengo muy claro.