¡Hola, yelsa! Qué estupendo que puedas participar.
Justo ahora me estoy leyendo la Llave del tiempo.
Sé cómo es el asunto de andar en máster, pero, ¿te animarías a compartir con nosotros alguno de tus textos?
Es una forma de unirte a nuestro club, porque bueno, podemos leer libros, pero también valen cuentos, relatos, no sé. Se me acaba de ocurrir, por si no te da tiempo de leer.
No sé qué opinen los demás. A mí me gustaría que te nos unas.
Y bueno, nos puedes contar muchas cositas sobre tus experiencias, valen también las de tus libros de estudios, creo que aquí estamos abiertos a ¡escuchar y a aprender!
¡Y gracias por tus buenos deseos para el hilo, son muy bien recibidos!
La misma, gracias a ti por aportar.
¿sabes? Yo he aprendido que todas las personas tienen algo valioso que aportarme, incluso aquellas con las que no logro coincidir en tantísimos aspectos. Para mí, desde hace unos años, nadie es, de verdad, desdeñable.
Belleza, sé bienvenida.
¿Nos compartirías de esos autores, algunos libros que te hayan cautivado o entusiasmado y por qué?
Sería muy grato conocer tu experiencia.
Surama, te confieso aquí entre nosotras, que yo también desmenuzo a ciertos personajes a veces; y mientras más complejos, más placer siento en sentarlos en el diván de mi imaginación.
Gracias por compartir sobre la dinámica de ese grupo, así podemos tener más ideas a la hora de organizarnos por aquí.
Ahora les cuento sobre uno de mis libros favoritos.
Se titula: Señor Dios, Soy Anna. Quien lo escribió se llama Fynn, y de hecho es protagonista, junto con Anna, del libro.
Este libro lo leí por primera vez, cuando veía. Tenía 10 años y lo conseguí por casualidad en la biblioteca del piso donde vivíamos. Mi mamá nunca ha sabido decirme cómo es que tenía ese libro en la biblioteca.
¿por qué despertó mi interés?
Principalmente por como es, visualmente el libro.
Es de tapa dura, de un color azul cielo muy intenso. En el lomo tiene el título, en letra cursiva y en un blanco perlado que por momentos le hace parecer plateado. Además, tiene una estrella también. Al abrir el libro, en la portada se lee el título; pero en la contraportada, está dibujada una niña de perfil, de rodillas en el suelo dibujando con acuarelas y crayolas —si no recuerdo mal—; el pelo y unas enormes gafas de sol le tapan el rostro.
Además de la ilustración, hay seis líneas donde se puede leer:
"Anna puede desarmar a cualquiera
con sus interminables preguntas.
Y conocerlas significa tener que
volver a plantearse de nuevo
todas esas interrogantes para las
que creíamos tener ya respuesta.".
¿qué me atrapó primero?
Todas las ilustraciones son divinas, están como hechas a plumilla y tinta china y los folios son amarillentos, lo que le da un aspecto muy vintage que me encanta; eso, sencillamente me cautivó. Por otra parte, es que yo me identificaba a plenitud con el personaje —de hecho, todavía me identifico muchísimo—.
El asunto es que Anna, no es solo una niña creyente; es una pequeña filósofa, antropóloga, mística, matemática y socióloga con una inteligencia fuera de lo común. Ella, habla como un adulto y plantea preguntas de difícil respuesta y, sin embargo, no es capaz de responder nada con claridad, cuando se trata de ella.
Lo que me diferenciaba de ese personaje, era que no tenía el nivel de creencia absoluta en dios, ni tampoco tenía esa cabellera y ¡vaya si me hacía ilusión tener una melena como la suya!
El primer capítulo comienza con el siguiente epígrafe —he amado esta frase por siempre—:
"Es fácil darse cuenta de la diferencia que hay entre un ángel y una persona. La mayor parte de un ángel está por dentro y la mayor parte de una persona está por fuera."
No llevo la cuenta de cuántas veces he leído este libro.
Lo que sí puedo decir, es que, con cada lectura, me estremezco, lloro, me despisto, me carcajeo. Medito y reflexiono y añado muchos puntos de vista desde donde mirar. Me rompo y me vuelvo a armar.
Cuando más perdida me siento, voy a este libro y me encuentro.
Adoro los diálogos, adoro a Anna y sus preguntas que, en alguna oportunidad fueron también mis preguntas.
Amo tanto este libro, que de hecho es el único que, por ahora, me gustaría tener en braille.
Vaya, me siento extrañísima. Es la primera vez que hablo de mi libro favorito así, en un foro público.