Respondiendo a qué se siente al trabajar con un perro guía, y complementando a Def, bajo mi experiencia de tener el tercero.
En primer lugar, la seguridad al ir por la calle. Es cierto que al principio tienes que pasar por una fase de adaptación. Pierdes referencias táctiles y tienes que adquirir nuevas.
Pero una vez que aprendes a confiar en el perro y cuando os conocéis, ambos sabeis las manías del otro, se crea la verdadera unidad. Es decir, un vínculo perro _ persona.
En mi caso, noté una auténtica diferencia en la velocidad. Poder caminar muchísimo más rápido con perro a diferencia de con el bastón. Con el bastón necesitas tener cuidado porque para saber que hay algo, primero tienes que tocarlo, con el perro no, ya que él lo esquiva a unos metros de distancia.
Ir a lugares desconocidos. A pesar de que el perro no es un GPS, para mí es mucho más fácil explorar lugares nuevos. Tan útil como pedirle al perro que te busque una puerta, una escalera, un ascensor, una parada de autobús, una papelera. Muchas referencias con las que te puedes orientar perfectamente.
Puedes pedirle a una persona alguna referencia de qué hay cerca del sitio que buscas, y así todo es mucho más fácil y sencillo.
Para mí, algo que me sorprendió gratamente es poder caminar dentro de un centro comercial. Con el bastón directamente me hubieran acusado de terrorismo, con el perro es una maldita locura.
Poder caminar por lugares de campo. Hacer rutas de senderismo. Tan fácil como decirle al perro que siga a la persona que tienes delante. Esto también puedes hacerlo por la calle sin necesidad de tener que ir agarrado a esa persona.
Esquivar obstáculos bajos, medios y """altos""" (véanse las comillas en este último), debido a que los perros tienen dificultad al fijarse en estos, y a no ser que sean muy evidentes, pueden omitirlos. Porque recordad, es un perro, un ser vivo, se confunde, está cansado, tiene necesidades, no es una máquina.
En mi caso, con 1,96Cm, por muy atento que vaya el perro, es imposible que en verano no me lleve por delante toldos, máquinas de aire acondicionado, andamios, ramas de árboles, etc.
Básicamente y salvando las distancias, es como ir agarrado a una persona. Aunque yo confío mucho más en mi perro.
Pero todo eso es gracias al trabajo, trabajo, trabajo y más trabajo.
Si teneis un perro guía y nunca lo sacais a trabajar, terminareis teniendo un perro, y ya está. Es como cuando nosotros estamos mucho tiempo sin practicar algo, se nos olvidan las cosas, perdemos agilidad, somos más torpes y requerimos un tiempo de práctica para volver a hacer las cosas correctamente.
Pero algo que suelo recomendar a todas las personas que piensan en tener un perro guía, es que no se fijen en primer lugar en las facilidades que van a tener, sino que se detengan a pensar y valorar las dificultades.
Es un ser vivo que necesita comer, beber, jugar, mear, cagar, ir al veterinario, peluquería, seguro de responsabilidad civil.
Además, algo importante... necesita descansar y no estar 24 horas con el arnés puesto. ¡Sorpresa!
Quizá esto último pensareis que es una tontería, pero os prometo que no es una sola persona la que me he encontrado que me pregunta si los perros guía nacen con la espalda diferente para necesitar un arnés siempre.
Además de dificultades cuando no os quieran dejar entrar en lugares públicos. Si sois personas que se cagan y no hacen valer sus derechos, por favor, no tengáis perro. Demasiados tenemos ya que hacen un flaco favor. Si no teneis narices para llamar a la policía y plantaros allí hasta que no lleguen, porfaplis, no tengáis perro.
Eso sí, si quereis entrar en algún lugar público y teneis al perro lleno de mierda, oliendo a muertos, sin peinar etc. Yo mismo si estoy allí seré quien os de una patada en el culo y le explicaré al dueño del lugar que no os deben dejar entrar. Porque teneis una obligación como usuarios.
Aunque el perro os facilitará mucho la vida, no podeis permitiros el lujo de no utilizar el bastón. Porque en algún momento el animal enfermerá, tendrá que quedarse en casa descansando, o simplemente, ese lugar al que vas a ir, no es adecuado para el perro, ¿podeis entrar con él? sí, pero no quiere decir que solo por eso tengáis que hacerlo, teneis que pensar en él, ya que quizá a él le suponga un verdadero estrés. Asique el bastón, no se deja perdido dentro de un cajón.