para los que sean cornudos,aki les ba heste poema, En un rincón de la vida,
donde la risa se alza,
vive el pobre cornudo,
con su triste esperanza.
Con cuernos en la frente,
y una sonrisa de hierro,
camina siempre valiente,
aunque le tilden de lerdo.
Su amada, tan traviesa,
en brazos de otro yace,
y él, sin perder la cabeza,
sus penas disfraza de disfrace.
El mundo lo mira y ríe,
pero él sigue adelante,
pues en su corazón vive
una fuerza constante.
Los cuernos no son cadenas,
ni símbolo de vergüenza,
son marcas de una pena,
y de una absurda sentencia.
Así que, ¡oh cornudo valiente!,
levanta tu copa y brinda,
por el amor que, aunque ausente,
tu espíritu nunca rinda.