Voy a poner un ejemplo, con algo mucho más sencillo que un videojuego, donde hay que disparar a objetivos en movimiento, o disponer de una visión global del escenario.
Con lo que voy a contaros no me estoy saliendo del tema, aunque lo parezca.
Voy a explicaros que la vista es global.
¿Qué significa global?
Que el vidente, de un solo vistazo a la pantalla, ya tiene en su cabeza toda esa pantalla.
Pongamos un ejemplo:
Utilizo Logic, un programa de la categoría de los DAW, (Digital Audio Workstation).
Para entenderlo bien, sería como un editor de sonido a lo bestia, parecido a Sonar o al antiguo Cakewalk en el sentido de que se puede trabajar con audio y MIDI y plugins varios.
Tengo activas todas las funciones de revisión que emulan al ratón, uso combinaciones de teclas, incluso una pequeña superficie de control, que, para que se entienda, sería algo así como un aparato hardware que emula a lo que sería su versión en hardware, pero que controla el programa, con lo que nos ahorramos muchas combinaciones de teclas.
No me considero torpe ni listo, pero sí realista.
Claro que lo manejo, claro que, incluso, accedo a etiquetas internas de los controles que me muestran datos que sólo ve el lector de pantalla para que me aclare mejor, pues el Mac, que es donde se puede utilizar este programa, dispone de funciones de accesibilidad muy avanzadas.
Se pueden crear incluso puntos activos, que informarán de cada cambio que se produzca en varias áreas de la pantalla.
De hecho, así leo los picos de los diferentes canales.
Pongamos un proyecto que tiene 48 pistas de sonido, con sus correspondientes envíos y retornos de cuantos plugins hayamos insertado.
Un colega mío, vidente, se sienta frente al ordenador, abre el proyecto y, de momento, ya conoce todo.
Todos los enrutamientos, todo el contenido, incluso puede acceder a la forma de la onda, para poder editar de forma precisa.
Excluyendo el tema gráfico, el de la forma de onda, al que no puedo acceder, puedo acceder a todo lo demás.
Pues bien, aun estando en condiciones de igualdad con mi colega vidente, pues VoiceOver, el lector de pantalla, lee todo con detalle, e incluso hay un sistema de interacción con cada área de pantalla, para evitar que nos perdamos, pues el programa es ciertamente complejo, mientras mi colega, de un vistazo, ha visto todo el proyecto, yo debo ir poco a poco, elemento por elemento, viendo cómo está configurado y cuáles y cómo están hechos todos los enrutamientos a los diferentes elementos.
Muchas veces la pantalla tiene varios cientos de elementos.
Por tanto, mientras mi colega, de un vistazo, sabe cómo está el proyecto organizado, yo tengo que llevarme media hora o más para vez todo, excepto lo gráfico, que sólo puede verlo él.
Los elementos permanecen quietos en la pantalla, salvo contadores de compás o de tiempo, según sea música o audio con lo que se trabaja.
La vista es global, accede a todo a la vez, de forma inmediata.
En el tema que nos ocupa, los audiojuegos están super ralentizados, son lentísimos, que es la manera en que podemos acceder a ellos.
Si Top Speed manejara las físicas de un videojuego de carreras, con las velocidades reales, incluso con un volante, no habría quien condujera.
Si cualquier juego FPS fuera tan rápido como los videojuegos, no habría manera.
Ya lo dijeron:
Troopanum, Dark Destroyer, Villanos del Más Allá, y otros títulos, sencillos matamarcianos de la época casi de los 8 bits, van lentísimos.
A nosotros nos parece rápido, pero no lo son.
Aparte, pocos son los juegos en los que se puede utilizar un mando o un joystick, con lo que tampoco tenemos, ni siquiera en audiojuegos, la idea de un videojuego.
¿Podríamos, por ejemplo, utilizar un simulador de vuelo, si no es por IFR, o sea, vuelo por instrumentos?
La respuesta es no.
Seamos realistas.
Ni somos el ciego torpe extremo ni un superciego que todo lo puede y se puede equiparar al vidente.