OK, OK.
Este es, sin duda, un tema más que interesante y que la verdad, me gustaría poder controlar más. Porque si, me hirrito demasiado. Talvez a veces más de lo que debería, aunque sea la única forma de que me dejen ser. Me agobia el hecho de ser el foco de tantas personas porque... Soy ciega. ¿Qué tiene que ver?
Yo no tengo ningún drama en explicarles algo, por ejemplo, hay quienes me han preguntado cosas como ¿Cómo te manejás por la calle sola? ¿Cómo sabés en qué parada bajar? ¿Cómo manejás tu celular y tu computadora? Y yo, sin ningún problema respondo a esas preguntas. Si están interesados en saberlo, sépanlo, no tengo problemas en aceptar que uso gps para marcar las paradas donde bajar, no tengo problemas en aceptar que uso lectores de pantalla.
Ahora, cuando voy tranquila y ya alguien más, sin ni siquiera hablar conmigo previamente, levanta la voz por mí para anunciar que hay que dejarle paso a la chica ciega como no sé qué, que alguien la ayude a subir al colectivo, que alguien le dé asiento... Yo nunac pedí atención, amigo. No sé Agradezco tu ética, pero no lo necesito. Y se ponen insistentes, es ahí donde yo me hirrito. Cuando me tratan como un ente que no puedo hacer nada, y no logran entender, por más que salga de mí misma, que yo puedo manejarme como cualquier otra persona. Cuando creen que voy a estar toda mi vida como una niña de 5 años, viviendo en casa de los papis, los tíos cuando mueran los papis supongo, no sé, del amigo del papi, ni idea... Sin ser capaz de estudiar, muchas veces... No, ahí ya me enojo muchísimo. Siempre a la primera que intentan ayudarme en algo que yio puedo hacer, simplemente les digo "No te preocupes, yo puedo sola". Pero es que muchos no lo entienden y, ¿Cómo reacciono? me hirrito demasiado, levanto la voz y... A veces ni así paran hasta un buen par de insistencias, tras las cuales, muchas veces, deciden seguirme en silencio y luego, cuando llegamos a algún lugar donde haya alguien más, señalarle como para queme ayude, despedirse con un: ¡"Gracias!" y seguir con alguien más, como siempre, cuidada yo, mientras todos disfrutan en paz. No me parece justo, realmente. Y si, eso ocurre en todos lados talvez, pero algo que me he dado cuenta es que en Argentina ocurre más frecuentemente. Las veces que he ido a Brasil, por ejemplo, no recuerdo que me hayan ocurrido esas cosas ni una sola vez. Increíble, porque en Argentina me ocurre a diario. No sé si tendrá algo que ver, pero ya no lo tolero.