45871. Blardfa,
Me expreso. Sé que este no es el lugar y que ya hay otros dos temas creados sobre cosas de escritura, pero no los encontré xd.
Desde hace rato tengo las ganas de escribir una historia en Wattpad. Pero pues no se me habían ocurrido muchas ideas o no las terminaba, pero hace unos días se me ocurrió un concepto que hizo que me dieran ganas de escribir sobre eso y a ver si por fin puedo terminar algo. No he escrito casi nada antes y solo tengo como dos cositas pequeñas terminadas que son de terror.
Acabo de terminar una partecita del prólogo de esto y me gustaría saber qué opinan.
Hace mucho tiempo, en Tayland, un día como cualquiera comenzaron a caer del cielo pequeñas estrellas de color amarillo intenso. Eran alrededor de las 6 de la tarde y el evento parecía como si estuviera lloviendo oro. Sin embargo, dicho espectáculo no duró ni 2 segundos con su belleza y el caos no tardó en comenzar.
Se dice que cuando chocaban contra el suelo, al instante explotaban liberando una luz aún más hermosa que las estrellas en sí. Cada una explotaba con un distinto color y tiempo después, las personas comenzaron a llamar al evento como "el día en el que el cielo lanzó fuegos artificiales".
Todos los tomó por sorpresa esa "lluvia" peculiar, pero lo que verdaderamente no se esperaban ya estaba surgiendo de cada una de las explosiones de colores.
Bestias de todos los tamaños, formas, colores, razas y sonidos comenzaron rápidamente a deambular por el reino causando caos.
Todo el reino estaba quedando patas arriba y lo que antes eran hogares, se estaban convirtiendo en tumbas apresuradas.
Hasta que... No sabemos cómo ni quién, pero una por una las bestias comenzaban a encogerse y desaparecer, convirtiéndose en una especie de pequeñas cartas con sus figuras ilustradas en ellas.
Tan rápido como había comenzado el caos, así mismo se había detenido y no había ningún héroe para agradecer ni ningún villano para juzgar. Solamente cientos de cartas esparcidas por todo el reino como si fueran hojas.
Rúnier: —Guaau.
Maina: —Ujum. —afirmaba moviendo la cabeza muy ligeramente con una pequeña sonrisa mientras hacía una pequeña pausa para luego continuar.
Un tiempo después del suceso, un explorador encontró una especie de polvo mágico, que al rociarlo un poco sobre una de las cartas, esta comenzaba a brillar un poco. Hizo muchos experimentos, hasta que terminó construyendo la primera Tayb. Una gran mesa cuadrada de color madera oscuro donde al momento de colocar una de las cartas, esta comenzaba a brillar y de una chispa de luz, se convertía en la bestia en cuestión.
Las bestias que tanto atormentaron al reino por unos minutos, ahora en miniatura y en un espacio controlado donde no importa que hagan, nunca saldrán de la mesa y en sus bordes se quedarán como si fueran paredes invisibles.
El polvo mágico combinado con la madera y otras cosas, creaban un campo de combate donde las bestias se enfrentaban en dos distintos bandos como si de un ejército se tratase.
El explorador tuvo la idea de que podría sacar dinero de esso, y comenzó a crear las reglas y difundir el "juego" por todo el reino.
Maina deja su voz de locutora misteriosa y dice: —eso ya fue hace mucho tiempo. Ahora como ya sabes, hay miles de Taybs por todo el reino. Se ha convertido en el deporte principal y en el más divertido. —dice eso último con una sonrisa sincera.
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